Mi misión es ayudar a alcanzar la mejor versión de salud de los humanos (en su significado más amplio, física, mental, social y espiritual), y hacerlo desde una perspectiva integradora (con todo lo que ello engloba), y ayudar a otros profesionales de la salud en este camino, creando sinergias increíbles, con resultados de mejora palpable en los humanos que nos rodean y en el modelo de negocio de estos profesionales para que sea sostenible en el tiempo y poder ayudar a más gente.

Crecí creyendo que o se tiene salud o no, que o estabas sano o no, y que podía poner mi salud en manos del sistema y confiar plenamente en un profesional que te atiende en 5 minutos, y más si es un especialista que se centra en un área concreta de la salud, como si no estuvieran interrelacionadas todas las áreas, como si tampoco hubiera una conexión entre factores internos y externos…qué inocente!

Obviamente la última pandemia nos ha cambiado a todos.

A mí, como sanitario, me pilló trabajando en un Centro de Salud.

No podía creer lo que estaba ocurriendo. Eso me llevó a investigar, y esto a su vez a descubrir aspectos de la salud y de otros factores relacionados, que no había estudiado en la Universidad, ni en mi formación continuada desde que me licencié allá por 2010, ni en ninguna de las cuatro oposiciones que aprobé.

Finalmente, se desató en mí, una triple SED de Ciencia, de Verdad y de alcanzar una salud Óptima (no conformándome con unos mediocres valores aceptables en una analítica), sino por el contrario ir un paso más allá del objetivo de salud subóptima aceptado, lo me ha llevado por el viaje de la formación continua, tanto oficial, como no reglada, hasta el punto de complementar la Licenciatura con una formación de Experto Universitario en Salud Pública y Educación para la Salud.

A día de hoy, ya no me conformo con una analítica donde el resultado sea que mis valores estén dentro de lo “normal” tirando a la baja. Persigo unos valores óptimos, no rozar la enfermedad.

No soy fan de un diagnóstico precoz, porque siempre llega tarde, cuando ya estás enfermo.

He decidido no esperar a tener la herida para poner la tirita, y directamente evitarla, porque:

“Más vale prevenir que…”

Me uno al cambio de paradigma de “dejar de poner parches”, vayamos al origen, donde todo empieza.

Vayamos al origen, protégete de los tóxicos, protege a los tuyos, se agente del cambio, evita oxidarte en exceso continuamente, desintoxícate, mejora tu metabolismo energético, repara tu daño celular y el de tu ADN, y eleva tu inmunidad de manera medible, y prepárate para la próxima pandemia, natural o por errores humanos.